Quise soñarte, y en un rincón de mis películas te vi de verde y con tus ganas de abrazar. Paseabas indistinto a lo real y me ignoraste una vez más.
Si las señales se guardan en todos lados, la vida que me dice que se me fue el tren y mis premoniciones que no te deje ir, pero mi empeño no va de tu mano y el destino parece estar trazado. Solo entiendo que el futuro es invisible en el presente, que el pasado no se borra y que en el error es inevitable el arrepentimiento y las ganas de volver atrás.
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