lunes, mayo 30

A la flor de lis.

...que me trajo el tren de la primavera
y el tren
del invierno me arrebató.

Tu pelo te seguía como una estela de humo, y no te vi pasar, porque te fuiste más rápido de lo que esperaba que te quedes. Un paso corto y contundente, por eso te recuerdo, y por el olor a vainilla que grabaste sobre mi piel y que guardé para siempre en mi memoria de elefante.

vuelan los papeles olvidados

Hacen nido mil dulces promesas.

Te pusiste unos patines con rueditas amarillas y te largaste por una bajada que te llevó a mil, te aferraste a tu confianza y no paraste hasta inundarte de adrenalina. Era lo que querías hacer, que todo vuele a tu paso, porque nada te iba a parar en esta carrera con la vida.

viernes, mayo 27

Copitos de pelusa.

Equilibristas de cuello roto.

No quieras destruir un sueño de cristal, si no vas a bancarte los tajos que te hacen las partes rotas, y no quieras pegarlas si te vas a quejar porque no queda igual.
No quieras volver sobre tu naturaleza marchita y pisoteada, cuando sabés que tenés un bosque para sembrar con verdes, postas y eslingas.
No te quedes con una sola perspectiva para el cuadro que te va llenar de dicha.
Moldeá con tus manos el jarro del que vas a tomar, y no te mires las manos llenas de barro, mirá el vino que te va a embriagar de euforia para salir a correr atrás de las alas de la mariposa que querés ser. Y recordá con grandeza las piedras con las que tropezaste, para aprender a pulirlas y que sean hermosas. El hierro no siempre tiene que ser frío, cuanto más lo calientes más fácil va a ser forjarlo para hacer una escultura que te quede bonita, tibia y fuerte.
Las relaciones se van, pero las personas quedan en tu vida grabando su firma en el libro que el tiempo te escribe, y cuando lo leas imaginalo con tanto entusiasmo como las lineas de Isabel.
Admirate, porque sos lo que admirás. Cuidate, porque podés ser todo lo que querés que sea. Y queré a la caja que guarda tu tesoro más caro, porque sin ella no respira, y si no respira se apaga como el brillo de tu traje de lentejuelas.
Todos lo días repetí las palabras que te marco y grabalas con trabajo de orfebre en tu voz, y repetilas con filetes de apetencia. No te encierres en tu necedad, abrite a las cumbias que te cantan la verdad y no dejes de escucharlas hasta que te lleguen al alma, y movete al ritmo de su swing, porque las penas se van bailando.



dice un tango sabio que
"hay que saber olvidar"
pero ninguno se atreve a explicar
un corazón en llanta no entrega el cuello así
nomás.

Más zorra que mi corazón.

Si prometes que no te enamoras.


Tan solo un pasatiempos que no fue más allá de la básica y guionada dicción que no dice nada. No te llena, es solo cubrir el ocio de una tarde turquesa que no cubre expectativas. No tolerás la fallida improvisación que no pudiste remontar. Me dí cuenta a tiempo, pero me mentí con tu imagen una y otra vez, no correspondido objeto de amor.
El elemental intento de algo que no fue nada. Es por eso que no querés ir más allá de lo tangible, porque guardás escombros descascarados que juntan mugre en tus bolsillos, y llevás entre tus manos el frío reflejo de lo que parecés ser.
Un simple orgullo de lo que creíste te infló y te llevó a volar como un globo que proclama libertad, pero te enjaulaste entre los barrotes del olvido y te pinchaste, y te vaciaste de esperanzas que dejaban sentir.
No va a volver atrás sobre las líneas que tachaste, ni sobre los renglones que dejaste en blanco para figurar prolijidad. Es hora de que grites borrón y cuenta nueva para no verte parecida al objeto.
La vida no es esto, no te cuelgues de la primer cuerda que te largan a vacío por jugar, porque vas a ser la marioneta de una ilusión fulana.

lunes, mayo 23

Como juzgar al sol por salir de día.

Mi culpabilidad es como una pecera vacía.


- Y si digo que me equivoco, es porque se que mis intentos no van a ser mayores que las ganas de no pertenecer. Y si decido afilar la piedras, es porque me resulta más sencillo que limar las asperezas del ayer, y si no me esfuerzo para eso, es porque estoy segura de que no voy a poder llenar el vacío de los hermoso que debió haber sido tocar tu felicidad. Y si me destruyo, es porque no confío en el futuro, porque simplemente no me alcanza con inspirar en lo más profundo esas desgarrantes ganas de volar, que duelen como una escarificación que graba tu nombre en mi pecho. Y si busco adelantarme en el presente, si busco sobrios atajos, es porque tengo la certeza de que con los pies sobre la tierra no voy a poder siquiera tocar la soga de la campana para dar incio a un papel de doscientos papeles. -
Solo porque necesitás sentir el calor de los besos pretéritos, tocás el climax de la demencia, y solo porque decís ser sola, te unís a endebles existencias que desapareceran en un abrir y cerrar de ojos que no ven más allá de una sombra genuina.
Es por el miedo a subir muy alto, solo porque la caida va a tardar mucho y llegar al suelo va a doler como nada. Porque a lo mejor te prepararon para esto, y vos lo sentís como una tortura. Y no podés olvidar tu flajelo, solo porque te planteaste preconceptos que se te cumplen al pie de la letra, pero si te querés desatar vas a tener que ser la luna llena de un noche cerrada.
Ya no te disfrazes de héroe, ya no intentes buscar en los recónditos rincones las pelusas de lo que quisiste que fuera. Porque lo explicaste muy bien, pero tu modo de descarga no te da el paso para superar, y no superar te convierte en el bufón de tu propia vida.
Estás completamente segura de haber cometido los más fatales errore en tu afán por ser prefecta, a lo mejor el destino realmente existe y tenías que pasar por esto solo para dejar de someterte en el futuro y por fin hundirte de lleno en el fondo de tu pecho. Llamás la atención con superficiales fórmulas que no resuelven la ecuación que a diario te planteás.
Escribite la piel, pero no presiones mucho, porque te vas a hacer un tatuaje permanente de tinta barata.

viernes, mayo 13

Perro que ladra.

De nada sirve querer nadar
si convertís el agua más cristalina
en el pantano más asqueroso.
A menos que seas una flor de loto.


Supongo que a la mañana tengo las ideas más claras, me figuro un horizonte sin improvisaciones. Analizo el sentir de un inevitable cosquilleo en la nariz y un punzante dolor en el corazón y caigo en la cuenta de que lo que no te mata te fortalece.
Creo en lo errores, pero más en lo que se aprende de ellos. Miro por encima del hombro a quien tropieza una y otra vez con la misma piedra, soltando en el vacío la cepa de lo que reconocía preciado y acedando el camino olvidado. Me desligué de lo que hizo añicos mi estructura más confiable, hasta convertirla en un fino polvo que se voló con el primer viento de la primavera.
Porque esperé las respuestas acertadas, dándole tiempo y aire al mismo tiempo, y me devolvió etapas perdidas rescatadas del diván de mi desidia. Aguardé que las palabras en las que creí me apoyaran en mi peor reparo y recibí una exquisita melodía que jamás voy a poder recordar.
No quiero mantener los escombros de lo perdido, ni patear retazos de sueños malogrados. No pienso bajar los brazos, ni castigar la dejadez del ayer, pero tampoco atarme al miedo de rematar un perfecto esbozo pintado con el colorido capricho de vivir.
Dicen que somos lo que comemos, y yo ya no me trago las broncas, ni saboreo la áspera impotencia de querer correr.
Le pongo nombre y apellido a la voz de mi conciencia para que me diga todo lo que yo no me animo, y para que me de la mano cuando me supera lo existente. Me llena de vacío, pero me declaro adicta a la dulce mentira que engendro una y otra vez para legitimar lo que soy, y así también aprecio mi mundo más cercano desde esferitas de cristal, que cuido con todo lo que puedo dar para que jamás se fracturen.
Es muy fácil soñar, pero para concretar hace falta saltar, porque las escaleras para subir al cielo se construyen desde abajo.

martes, mayo 3

Supongo que esta mañana me desperté con miedo.

Aquí no hay luces de escena.



-Tengo que dejar de ver en punto-, sospechaste y juzgaste tu suerte tan particular. Maldijiste tu presente con ganas de abrazar el futuro y atesorar el pasado en cajitas de Pandora.
Pero esto también pasará, como los veranos más ansiados y los inviernos más taladrantes. Como esa adoración no correspondida que te llegó al alma, te dolió hasta el hueso, y un día sin más olvidaste y hoy desconfiás de su autenticidad. Pasará como ese otoño que te tapó de hojas secas y te encandiló con su dulce sonido para anticipar el invierno más frío de todos, que se fue del almanaque antes de lograr sorprenderte. Se va a ir como los mejores momentos, que ardieron en lo profundo de tu corazón, y como las desiluciones que hoy no son más que patrañas que ya no duelen. El tiempo mata las culpas y altera los más sinceros sentimientos. Descose las más estrechas ilaciones y teje los lazos que nos van a decorar el resto de nuestra vida. Hace historia el ahora y ahora lo lejano. Convierte el amor en odio y el odio en olvido. Lo suave en joven y lo joven en ajado. Arrebata lo que pensabamos tener seguro entre nuestras manos y acorralado contra el pecho. Perpetra imágenes en forma de cuadritos, que cuelgan de nuestra memoria adornando cada momento, y crea semblanzas perfectas en forma de libritos.
El tiempo es como ese viento que se llevó las más dulce palabras. Entonces esto también pasará, porque el viento se lleva todo.


Más allá de toda pena
siento que la vida es buena.