martes, octubre 25

verde

A Copito y J.B.

Fue en un viernes de sol, cómplice de un fin de semana ideal.
Embriagada por pasiones correctas, sintió en su corazón el camino perfecto a casa. Lo siguió en la noche apagada, risueña, y dio con lo más contradictorio, lo más opuesto a sus enojos.
Abriendo un cajó de mil dientitos, encontró la llave de la puerta que soñaba con abrir. La guardó junto a su pecho y sonrió, agradeciendo una vez más que la vida la haya sorprendido con tan simple y mucha cosa.