viernes, septiembre 30

aborrece

Hay quienes ven mucho más fácil esquivar lo abarcado, lo inconcluso e interminable. Esto da como resultado una cómoda sensación de egoísmo involuntario, de felicidad oportuna, de desinterés inconscientemente aplicado. Y me dan ganas de patear el tablero, de exiliarme en el olvido, en la mentira, en el retroceso del tiempo para volver atrás y cambiar el tormento. O de salir corriendo para adelante, más rápido de lo que ya corre el reloj.
Tengo ganas de superar, de reir y sonreir, de bailar y abrazas, de pedir perdón. Fortuita sensación de pesadez, de querer vaciar la mochila, de querer sentir dolor por lo que vale la pena, de salir del broquel. Tengo ganas de gritarte, de no ambicionar ni sentir desinterés; de apasionarme y de ignorar miles de copos. Tengo ganas de afrontar con fuerza, de hacerlo y ser feliz, sin dejar en el camino pedacitos de fallos...

jueves, septiembre 29

cada vez más pesan

Me acerqué con recelo al abismo y con todas las de saltar. Regalé mi mejor acrobacia y me entregué al incierto. Destilé confianza y me abrigué en conjeturas ajenas. Repartí incomodidad, amenacé al destino con mi mejor ensayo y recibí golpes de aire y placebo.
Sentí lo punzante y lo extraño, conocí el dolor y el consuelo, lo vano y lo inaceptable. Viví la adrenalina del expentante y lo propio, lo egoísta y la emoción. Acaricié indiferencias y orgullos, y atrapé sentimientos y tranquilidades olvidadas que reviven al sentir la paz de conocer el recelo y saber resguardar la dignidad del intento.

lunes, septiembre 19

Así, invisible!

Y se llegaron esos días de calorcito por la tarde, sin olvidar el saquito que nos cuida de los últimos vestigios del invierno. Llegó el olor a primavera, a azares, el sonido de zumbidos y el color del polen. El ansiado mate bajo el sol, el verde y las estrellas. Ya se percibe la emoción que descansa las ideas, el cuerpo y el esfuerzo de todo un frío, esa alegría colorada, que tiñe de luz primaveral el amor bajo un azul inmenso. Ya casi se abraza el clima que contagia las ganas de bailar entre retazos de bambula, arena bajo los pies y olor a mar. Ya llegan las necesidades nerviosas de desprendernos de un número y brindar por lo que fue, necesidades de ver esperanzas multicolores y llorar por lo que pudo haber sido.
Época de mariposas y perfumes, de libertad... días de cambios bruscos que no te dan ansias de hablar, solamente ganas de sentarte bajo el sol y remojarte de ideas, para ver como cae otro día sobre el horizonte que corrés por alcanzar.