viernes, septiembre 30

aborrece

Hay quienes ven mucho más fácil esquivar lo abarcado, lo inconcluso e interminable. Esto da como resultado una cómoda sensación de egoísmo involuntario, de felicidad oportuna, de desinterés inconscientemente aplicado. Y me dan ganas de patear el tablero, de exiliarme en el olvido, en la mentira, en el retroceso del tiempo para volver atrás y cambiar el tormento. O de salir corriendo para adelante, más rápido de lo que ya corre el reloj.
Tengo ganas de superar, de reir y sonreir, de bailar y abrazas, de pedir perdón. Fortuita sensación de pesadez, de querer vaciar la mochila, de querer sentir dolor por lo que vale la pena, de salir del broquel. Tengo ganas de gritarte, de no ambicionar ni sentir desinterés; de apasionarme y de ignorar miles de copos. Tengo ganas de afrontar con fuerza, de hacerlo y ser feliz, sin dejar en el camino pedacitos de fallos...

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