miércoles, marzo 24

Cuando suena el río, suena el río.•

24 de marzo de 1976 - ¿con qué libro se educó esta bestia sin alma y con saña?




Ya no se distingue entre la vida y la muerte, cuando nos meten en una burbuja, donde lo único que podemos hacer es contener nuestras más íntimas y reprimidas ganas de vivir, de sentir. Burbuja que se va llenando con lágrimas que rebotan en el frío asfalto, dejando una huella imposible de borrar, de aquel libro tan vulnerable. Motivos que transforman tu cabeza en una pompa tan frágil como las alas de una mariposa que vuela libremente hacia aquel sol traicionero; capaz de quemar y matar todo a su paso, al punto de explotar, dejando la más cálida estela de lo que fuiste. Y de repente, la identidad no es más que un simple conjunto de letras y palabras, tan fácil de arrebatar como el dulce de un niño indefenso. Y la vida se convierte en algo tan endeble, que solo cuesta la presencia de algo tan insensible, y la ausencia de un corazón con un sólo rastro de afecto corriendo por las venas, para apagar treinta mil destellos y para dejar un país en la peor desolación. Solo hace falta el paso de una infamia semejante para expropiar algo tan único como es la libertad, como es la identidad, como es la misma vida.





[..cantamos porque llueve sobre el surco

y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza.
cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota
cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera...]

¡NUNCA MÁS!

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